QUE MI HIJO/A NO SE SIENTA FEO/A

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«Cómo hacer para que mi hijo/a no se sienta feo/a.»


Como sabemos, los cánones de belleza han ido cambiando con el pasar de los años. En este momento, nuestros hijos/as y alumnos/as conviven con un mundo de pantallas que proyectan una imagen de personas “perfectas”, los cánones ideales que se presentan son cuerpos delgados, altos, con el cabello largo y perfecto, labios gruesos, pómulos marcados, etc. Rasgos que en pocas ocasiones son debidos a la genética y sí más al bisturí.

Es importante que los niños y niñas comprendan que ese modelo de belleza no es el modelo a seguir, sino que existen y deben existir diferentes cuerpos, caras, rasgos, tonos de piel, etc.

Las familias y personas de referencias debemos ser muy cuidadosos en los ejemplos y modelos que proyectamos, pues en ciertas ocasiones se halaga más la belleza que los atributos personales, por ejemplo, en frases tan banales como: “no llores que te pones muy feo/a” estamos reforzando la importancia de lo físico frente a lo emocional.

La asiduidad en estas formas de reforzar la belleza y lo físico puede generar una baja autoestima en el caso de niños y niñas, jóvenes y adolescentes que no se sienten bien consigo mismos al no sentir que se adecuan a los cánones de belleza actuales.

A continuación, se exponen algunas pautas para que niños y niñas no se sientan feos y puedan tener una autoestima más ajustada.

  1. No compararles con nadie: cada persona es única y tiene una belleza propia, tanto interior como exterior, por ello no se les debe medir con otras personas y sí reforzar sus aspectos positivos internos, tanto de conducta como de personalidad. Un buen ejemplo puede ser elogiar su simpatía, su educación, su arte para las manualidades, su don para saber escuchar, etc.
  2. Mostar que ser diferente es algo positivo: como su figura de apego y su modelo a seguir, se debe mostrar una actitud abierta ante lo diferente. Tratar de no juzgar de forma negativa a quienes visten, piensan o actúan de forma diversa a la tuya. De esta forma se favorece que los niños y niñas tengan la libertar para mostrarse tal y como son sin miedo a ser rechazados y se fomentará su autoestima y autoconfianza.
  3. Enseñarles a decir lo que sienten: dialogando con ellos sobre sus sentimientos, emociones y problemas.
  4. Hablar de sus deseos y aspiraciones: es importante validar sus opiniones y respetar sus deseos mientras se refuerzan todos sus atributos.
  5. Como modelo adulto, hay que tener una actitud empática hacia las demás personas, pues los niños y jóvenes aprenden a través de la observación.
  6. Cuidar los mensajes que se proyectan, no hay que caer en tópicos como «llorar es de niñas», «ese tipo de ropa no es para ti», etc.
  7. Respetar las opiniones y gustos propios: antes de decidir por ellos, hay que preguntarles qué es lo que les hace sentir bien o con qué se sienten más representados. Por ejemplo, a la hora de elegir su ropa hay que escuchar sus deseos y gustos mientras se actúa como guía.
  8. Tomarse tiempo para escuchar y conocer a los hijos/as: mostrando atención a sus preocupaciones, ya que en ocasiones aportan más información nuestros gestos y expresiones que las preguntas directas que hagamos.
  9. Fomentar una vida saludable tanto a nivel alimenticio como deportivo sin caer en tópicos y obsesiones sobre el cuerpo.
  10. Pedirles opinión sobre sus gustos: así se reforzará su autoestima mientras se valoran sus aportaciones.

 

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